03 Abr psicoterapia y psicoterapias. Juanjo Albert.
La oferta de psicoterapias es amplia. Abarca desde las técnicas conductistas y cognitivistas hasta el psicoanálisis, quedando en medio de este abanico las psicoterapias humanistas. Las primeras inciden fundamentalmente sobre las conductas, las segundas sobre el complejo ideacional, y las humanistas sobre el emocional y corporal. Desde estas últimas es desde donde más fuertemente surge este movimiento integrador, al haber hecho explícita la capacidad holística sanadora del ser humano, y ser claramente conscientes de que solo se puede alcanzar la salud desde una integración armónica de los centros intelectual, emocional e instintivo-motor.
Decimos que no hay buenas psicoterapias, sino buenos psicoterapeutas. Cada psicoterapia aborda el enfermar psicoemocional desde el punto de vista que le es propio a la técnica que utiliza y a la teoría en que, fundamentalmente, se apoya. Aun no existe una técnica completa en sí misma, sin embargo todos los caminos conducen al mismo fin: proporcionar a la persona la posibilidad de conocerse y comprenderse de un modo más cercano a la realidad de su historia personal. De objetivizar su vida y comprender el porqué de las consecuencias (el enfermar, el modo de ser, el carácter) en el presente, dándole la posibilidad de producir cambios, en sí mismo y en sus modos de relación interpersonal, con un mayor grado de libertad.
De alguna manera, el fin es hacer posible el libre albedrío, al eliminar los errores conceptúales y emocionales que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la realidad, y que determinan y limitan nuestra capacidad de elección y acción. En esto consiste el hacer consciente lo inconsciente. Y esto es sanador porque en el inconsciente están las vivencias que, por dolorosas en su momento, no pudieron asumirse tal cual, y fue necesario relegarlas al olvido, como modo de defensa para la supervivencia, dando lugar a la estructura de la personalidad y al carácter y, en su forma más patológica, al enfermar psicoemocional y a los síntomas. Se hace, pues, necesario recuperar y sanar nuestras experiencias.
Las diferentes psicoterapias actúan, pues, a diferentes niveles y a diferente profundidad en la estructura de la personalidad. El modo de hacer del Psicoanálisis es a través de la interpretación del inconsciente, mediante la libre asociación; podría decirse que es la psicoterapia que alcanza niveles más profundos en la estructura de la personalidad, y su consecuencia más inmediata es el entrenamiento en la observación de los pensamientos. La Gestalt parte de la libre asociación emocional para hacer tomar conciencia de lo evidente en el Aquí y Ahora; actúa sobre el carácter, sobre su parte inconsciente, y su principal consecuencia es el desarrollo de la atención continua hacia el ser y el estar, finísima herramienta para alcanzar los niveles más profundos del inconsciente.
La Bioenergética actúa directamente sobre el cuerpo, sobre las tensiones y bloqueos musculares, consecuencia de las emociones dolorosas reprimidas, liberando los impulsos contenidos, que conducen directamente a las emociones causales, también reprimidas, a través de la atención continua sobre las sensaciones, que son las causas primeras de la experiencia dolorosa y, por ello, inconsciente. Estas emociones reprimidas, estas ideas equivocas sobre nosotros mismos(carácter),se expresan, en positivo o en negativo, desde el cuerpo, desde las actitudes y movimientos corporales; es a este nivel que actúa la Psicomotricidad y la Danza, como técnicas psicoterapéuticas, poniendo el acento en el aspecto relacional, en los temores, inhibiciones y compulsiones determinadas por las mismas emociones traumáticas.
Es razonable pensar que un terapeuta que pudiese integrar en su modo de trabajo estos diferentes puntos de vista, sería un terapeuta bastante completo. De momento nos limitamos, y contentamos, con disponer de diferentes terapeutas y diferentes psicoterapias, pero nuestro interés está abocado hacia la integración, no de los terapeutas, pero sí de las psicoterapias. Diversidad dentro de la Unidad.
— Juanjo Albert (Noviembre 15, 1995)